Selección de Miguel Ángel Ortiz
Nota preliminar
(Las bifurcaciones contingentes)
Somos contingentes.
Estamos por suceder en todas las direcciones
que se contienen dentro de nuestra circunstancia.
[...]
Sin embargo, la circunstancia no nos pertenece:
no somos libres de que nos pertenezca,
ni siquiera en el caso de que nosotros mismos
podamos haberla creado.
José Revueltas
La presente selección de poemas no pretende ser un compendio de todos los poetas vivos de Durango. Es, más bien, la compilación de algunos. Las razones son, sobre todo, de carácter operativo. Un libro antológico es como una fotografía, (cierta detención del tiempo) ,pero la potencia de sucederse en todas las direcciones, continúa. Así, esos cruces de luz en un libro serán claramente contingentes, resultado de una esquina del mundo.
No pretendo caer en perogrulladas y hablar de los límites y desafíos de los escritores en Durango: los escritores saben que en los estantes descansan los libros y que los libros dicen cómo escribir bien.
La colocación de los autores en este texto es exclusivamente en orden alfabéticoPor lo pronto, me parece, que entre todos los poemas, algunos sí son verdaderamente milagrosos. Lo fundamental es que cada uno, milagroso o no, está ayudando a hacemás habitable el mundo.
Miguel Ángel Ortiz
Lidia Acevedo
De Mazurca para un suicida
María tú
María tú habitas el cuadro aquel que ya no existe
en un desván del que el tiempo dio cuenta dejando laberintos
para que el viento como por una flauta se desplace.
Y no es al rosario que vivía atento de tus dedos
en la espera de la señal del padre nuestro,
ni al gato que se afilaba las uñas en la base del crucifijo
ni es a ti a quien vengo a buscar María
es al tiempo que escondiste.
Reza, María, constrúyeme un camino en tu murmullo
para llegar a ti y llorar desde tus ojos,
porque las cuentas han caído y tu rosario es sólo la memoria
de una tarde vacía entre tus brazos.
Presagios
(Cinco)
Cuando oigas a los perros
la noche estará cerca y el camino
comenzará a desdibujarse
no abras los ojos
en silencio los pasos se desandan
anda y recoge estrellas
lava el libro de sal bajo la lluvia
luego vacía el mar en la bañera
y sueña.
Stephanie Alcántar
Necesito un sol y plantártelo en los ojos.
Tal vez el viento te traiga de altamar a la marea
si no es que tu brújula se quedó sin horizonte.
Es posible dibujar espejos en el aire
antes que conocer el peso de tu sombra.
Mírame como los gusanos
que viven esperando la metamorfosis.
Me duele la vida de los espejos,
son todos y no son nadie.
A veces siento que olvido una parte de mí en el espejo.
*
La luna está más cerca de mis sueños
que yo de encontrarle los pies a una escalera.
Como si intentara enseñar a los árboles a maquillarse,
y un árbol enseñara a un libro cómo se debe deshojar.
José Cruz Almonte
Mi nueva computadora
Para irme de vacaciones
vendí mi computadora
en el mar la vida es más sabrosa
en el mar te quiero mucho más
Mal negocio
regresé sin dinero
Ahora
mi nueva computadora
es un frankestein incompleto:
una olivetti es el teclado
la tele descompuesta el monitor
y el ratón
por la cocina en busca de un bocado
para no morirse de hambre
no he podido agarrarlo ni a escobazos
Fernando Andrade Cancino
Los muchachos
Ya han pasado muchas bodas de oro y sangre
desde que anidamos juntos.
Hoy tú duermes desnudo como un cisne negro
mientras te dibujo
(estás tatuado con líneas de fósforo).
Otro joven fauno de mezclilla azul
que esta madrugada te distrae de tu fatiga
necesita la ayuda del cielo protector
y un amante con tarjeta de oro.
Él sólo aprendió a ser el pasajero de su cuerpo
de su tórax de Adonis, de su pelvis de albañil.
Por eso tú y yo y los otros amigos del barrio
veneramos su piel joven/su cintura de rumbero.
Para su entrega a domicilio
no es necesario acudir a Internet
ni a la esquina mágica
sólo al barrio de Analco.
Se llama Octavio.
No sé cuánto mide
sólo de sus ojos de agua zarca
de sus labios de Angelina Jolie
su culito pequeño y grandes atributos.
Oigo a Eminenn rapear
a los muchachos que jadean
y se vacían de minerales
a los chihuahueños que le ladran a la jauría.
Es viernes santo de abril y hay luna llena
El ron Matusalen avenza por mi cuerpo
un tabaco enciende mis pulmones.
No puedo dejar de morir
un poco más
cada vez que me procuro algún tipo de placer.
Moriré de esto y aquello
por no decir de gusto
y sexo profesional.
Rezaré al acostarme
tres Aves Marías y un Padre Nuestro
para borrar nuestros pecados.
Eminenn declama en el compact disk
recordando a Led Zeppelín:
Sing for the year
sing for the laughter
sing for the fear
sing it whit m
just for today
maybe tomorrow
the good Lord will take you away
Deslizo mis dedos
por el teclado
apuro la copa y apago el cigarrillo
para irme acostar
uniéndome al sueño de los muchachos.
Israel Arellano
La casa del rey
La casa del rey tiene cimientos de dolor
manos labradas en murales de agonía
buitres que comen la carroña de la multitud.
El poder arrastra la vida misma
el latido del hemisferio pasea el destino
la naturaleza, ojos sedados.
Campos de batalla se riegan con el vino del pueblo
el campo de la fertilidad se forma en el vientre del dolor
cobija a sus crías en la miseria
la cena se sirve en el lomo quebrantado
la urbe es un traspaso de mandamases y ficción
duele como la lengua muerta que tartamudea
en el camino a la ciudad nos abrigamos en el silencio.
Graciela Ayala Ruiz
Pez luna
La luna es un pez que camina por la ciudad
se alarga se alarga, parece el ojo de un gato
contemplando la noche.
Mamá
A media mañana acostumbra soltarse el pelo
la negra trenza cae por su espalda como noche sorprendida
el tiempo apenas le alcanza para limpiar la casa
de nariz aguileña y mirada profunda, ella conoce mi alma,
(con música y luz me dio su forma).
Entresueños
El río devora la memoria de los hombres
que cruzan sus aguas
es el río de los sueños
donde dejan su nombre y su historia.
Mar triste
La tristeza es azul me dijo un pájaro esta mañana
es como el mar y como el cielo, inesperada y profunda
murmuró el espejo que está junto a la ventana.
***
Mis manos se abren al viento
tocan tu rostro
se adueñan de tus ojos
mis manos son tus manos
y tu confabulación.
Gerardo Campillo Llano
De A contraluz
Las sábanas danzan
piel sobre piel,
de punta a punta
laten sorprendidas.
La zozobra en frenesí,
colapsa el corazón;
final del primer movimiento.
El cuerpo aplaude.
***
Nuestros cuerpos
son racimos de sol,
arena del desierto
en su propia hoguera;
palestra de melancolía.
Amor a contraluz,
tiranía de la noche
en otra oscuridad.
Atenea Cruz
La maravillosa fórmula del doctor Funes
No es tan complicado.
Vivir
no es tan malo cuando se está incompleto.
Todo está en adaptarse.
Todo radica
en esperar a la muerte.
Y actuar
como si no importara lucir como un engendro
como si no doliera esta carencia
como si las miradas no gritaran de risa.
Como si, en realidad
nunca hubiera pasado.
Ricardo Echávarri
Lolita en Topolobampo
Lolita con tu vestido color nube
derrochas margaritas por tu cuerp
todos estuvimos enamorados de ti
qué bárbaro Nabokov
la abuela decía que érais un perverso
escribo para tu risa de soles fatuos
Humbert Humbert fue sólo una víctima
en el helado fuego de tu risa
mirábamos madurar tus muslos
como si fueran frutos
escribo para tus manos de adivina
muchacha de tobilleras de parasol
daría la pirámide del sol por el hoyuelo
de tus rodillas
Humbert Humbert fumando su pipa ideal
con nosotros lectores
cachorros senos solicitan domador
44 bis Puerto Topo
en la página 25 descubrí un lunar
en tu espalda pájaro de luz
Nabokov bebía vodka cuando escribía
un mujeriego el tipo
por la autopista en un carro de sol
van Lolita y Humbert Humbert
los sigue una montaña que vuela
Nabokov ordena sus papeles sonámbulos
girasol girasol
¿Sabías que San Nilo se comió un libro?
Debió ser Lolita
Alberto Espinoza
Poema para poco antes de volver del sueño
Haz de volver flor atónita
regresarás de tu raro
vuelo migratorio a tu redil
donde ahora pacen las abejas
-sin que lo note- yerba amarga.
Haz de volver a tu vaga jaula
de banderas, donde ligero
los sórdidos terrores zoológicos
se incrustan en nuestras venas.
Desde el viento ascendente del Oeste
desde el viento brumoso de la nub
-corazón del inverso mar del sueño-
regresarás a este jardín
inundado de desgana y olvido.
Los frutos de sales minerales
esponjas anaranjadas que sólo orinan polvo
no han de calmar el vuelo de tus alas
ni han de dar suelo a tu pasión por el abismo
en tu mirada.
Y sin embargo intensa flor
habrás de regresar al fin sola a tus cuencas
a irrigar de nuevo los despoblados párpados
disolviendo el saludo líquido del sueño en tu mirada.
Habrás de regresar para colmar
los áureos recipientes
con tu agua ya mansa
que es dulce ya mansa
que es dulce vino blanco
para quien lo bebe.
Evodio Escalante Bentancourt
De Todo signo es contrario
El sufrimiento
…le pegaban
todos sin que él les haga nada.
César Vallejo
Le daban duro con un palo, y duro
con porras en el cráneo, para ver, duro,
si alucinaba jardineras, o
no alucinaba nada y era un burro.
Lo hacían girar en seco, contra un patio
donde un mareado sol se empecinaba
en calcinar la piel y las paredes.
Lo asediaban con golpes, empujones,
frentazos, zancadillas, sorpresivas
patadas, carcajadas.
Luego, por reanimarlo, un baño de agua;
una inyección con sorna, y no reniegue.
Y entonces, todo furia, grita un grito
donde el dolor resopla y la impotencia.
Se hace en los pantalones, moja el patio,
ensucia las paredes, se desviste
hasta que los doctores le colocan
de nuevo la camisa.
“Entiende, hijo de nadie, o te pegamos.”
- “Fabríquenle una celda.” El general
después de dar la orden se regresa
a terminar su té. La noche pasa.
El prisionero llora cuando mira
por entre las rendijas de ese techo
un par de estrellas locas, crepitantes.
Esther Galindo
Tienes asteroides en los ojos, Alicia
barcos, náufragos y polizontes
tienes lunas en las cuencas
y eclipses que te brotan del pelo.
Pareces de agua cuando caminas.
Descubriremos altamar juntas
y te atarás un nudo a la garganta
déjate llevar por el oleaje
que es un libro lleno de espejos.
***
Me pesa el silencio:
quiero gritos
embriagarme de gritos.
Sólo sueña
me dijo Hades
volvíose rojo,
entonces
me lo bebí a carcajadas.
Jaime Hernández Montes
Por ella
Por ella, Dante se perdería en los infiernos,
Bukowski se embriagaría de vida
y no dormiría ya más el Marqués;
Adán regresaría al paraíso.
Por ella, Beethoven crearía la décima sinfonía,
Homero conocería otra Venus de los Montes
y Cortázar a su Maguita, en ella;
Neruda daría otros veinte poemas de amor.
Freud, sin coca y sin dormir, en alucine,
ahorcando al gallo, fascinado,
observaría los ojos extasiados
de una femme fatalle en coito rico.
Por ella, un poeta salta al ruedo,
abre las venas de su tinta
y escribe en su cuerpo
el poema. Sólo por ella.
Velarde, frío, ya no dirá más:
Vallejo, en una tumba de nostalgia
y papel impreso, quedó sin ella.
Bretón ya no llegó a sus ojos,
ni Eluard a su beso…
…sólo yo, en el laberinto, con tigres y espejos,
amarro los hilos rojos del cabello de ella
para salir del túnel, sonámbulo,
a la luz de la luna, para, de nuevo,
otra vez, caer en el deseo de su sexo
Por ella, sólo por ella.
María Luisa Iglesias
De Atardecer del séptimo día
Nada que cubra su rostro como un pañuelo blanco
Moisés sabía
que sus sandalias gastadas no pisarían la tierra de leche y miel
Esa fue la promesa
Cuarenta años caminó en círculos de sed
mimetizándose en granos de arena hasta pulverizar su resentimiento
Cuarenta años se perdió en el desierto
para atrasar su muerte
Esa fue su victoria
Errantes sus cenizas aún caen sobre su pueblo
Esa fue su revancha
***
Te oigo hablar y quisiera guardar tu voz
en mi cajita de recuerdos
Madre
Pon tu mano perfumada en la llaga y se llenará de mariposas.
***
Una sed más larga que el diluvio
Quiero beber de las aguas donde caminó Jesús
***
Gilberto Lastra
Abrí el refrigerador
esperando ver el fondo de la caja de Pandora
y me puse a perseguir estrellas en la televisión
mientras un río se llevaba una casa de madera
(con sus habitantes dentro)
y el hombre del micrófono jugaba
a la tragedia transmitida en cadena nacional
Qué bonita es la cadena
acorralándonos al final del cráneo a todos
Quería saber si la luz conocía a la sombra
o si platicaban en el microondas
y si la sombra esperaba algo de la luz
como dos incomprendidos amantes
No entiendo la arquitectura de Dios
(ni sus obras ni recuerdos)
por qué nos ha dejado hacer tanto si no hacemos mucho
sólo nos amontonamos en Babeles de cristal
y a veces las camionetas de
El hombre compite contra Dios
y no se le ocurre que Dios ya no está
que se lo llevo el mismo río en la casa de madera
en un Rosario desesperado
Dios siempre ha sido como la fe
una puta convenenciera
José Ángel Leyva
Cuando despierte y la luz no haya llegado
A Stephen Hawking
Y dicen que la luz es infinita
que es más veloz que todo
Pero es tan relativo todo
Einstein la alcanzó con su trineo
jalado por robustas ecuaciones
y se sentó como Huidobro y Altazor
o junto a ellos
al borde de sus ojos
para mirar cómo llegaban
las imágenes
Ahora cuando sé que la luz
no es mayor que la noche
que las estrellas mandan
sus mensajes luminosos
hacia una oscuridad
que nadie sabe si termina
descubro que somos emigrantes
de esa plenitud ausente de colores
Venimos huyendo de sus sombras
cruzamos la frontera
entre el lodo negro de los genes
para engañar al olfato de la muerte
Atrás oigo sus bestias
sus gruñidos que me cercan
También la ciencia dice
que miramos el pasado
del sol y las estrellas
Su ayer es hoy para nosotros
Nos llegan sus viejas caras nuevas
las luces de recién nacida
de alguna galaxia que se muere
¿Será que los humanos nos vamos
apagando aquí
mientras nos vamos encendiendo
en otros lados?
¿Será que cuando el sueño
nos marca las ojeras
como sellos que clausuran
la apertura de los párpados
es porque estamos sin dormir
en un planeta de agua
viajando en peces aerostáticos?
¿Será que aprenderé a dormir
y despertarme a tiempo
en otros sueños?
Entonces dejaré de amanecer junto a mi cuerpo
el dolor estará bajo la cama amortajado
ya no podrá tragarse mi saliva
ni espantar parvadas de los labios
y mi boca estará seca
y yo
esperando a que la luz me alcance
en otro lado
Jesús Marín
De El hombre que cazaba ballenas
X
Los feos nos partimos la madre
los bonitos no lo necesitan.
No tienen que esforzarse
ni mentir a las mujeres
ni joderse el orgullo.
Los feos sueñan en blanco y negro.
Los feos nos quedamos solos,
estamos acostumbrados.
Los bonitos se quedan con recuerdos hermosos
nosotros con las cáscaras de mango.
Cierto,
los feos somos buenos perros
pero, ¡carajo!, de vez en cuando
queremos carne de la fina.
También merecemos nuestro culo de cielo.
Los feos somos mayoría
y a veces soñamos ser bonitos.
Uno no puede escapar de su fealdad.
Seguiremos siendo feos
por más billetes que uno suelte
por más espejos que rompamos.
El único consuelo es que con el tiempo
hasta los bonitos se vuleven feos.
Luis Ángel Martínez Díez
La mamá
Desde luego que debió haber sido impresionante
salir de entre las piernas de mi madre.
Pasar de su vientre a sus brazos.
En adelante siempre ha estado presente para afirmar convencida
que soy un buen chico, que quiero el bien de todos.
Convencida sonriente y llorosa.
Yo soy bueno con todo y lo malo que el mundo es.
Puedo matar a cualquiera, luchar fieramente por la vida
ser mezquino o escribir poemas;
pero soy bueno, dice mi madre.
Yo también siempre digo que mi madre es una mujer excelente.
Muchas horas paso pensando en lo que la haría feliz,
y no me adapto a la certeza de su muerte.
Ahora que lo pienso,
deber ser terrible,
no tener quien afirme en todo momento
que eres bueno.
Rolando Muñoz Félix
De La muerte no se va
Los árboles crecen al revés
saben que tenemos invertida
la eclosión de los sentidos.
Dormir bajo los árboles
puede regresar la sangre
a su torrente verdadero.
Hay quienes lo entienden.
Hay quienes lo persiguen toda la vida.
Hay quienes son arrebatados por la ausencia.
No sé cómo pueden decirlo en voz alta.
Que lo repitan, si logran evitar
que los aniquilen contra su voluntad.
***
No se inventa la rosa:
Aparición en el pájaro.
Revelación del polvo.
Le nombramos para creernos despiertos
pero: ¿Qué del sueño que no se recuerda?
¿Que del rostro no reflejado en el lago,
el vidrio, o las manos?
¿Qué del paraíso irrepetible
-sin pertenencia-
del transeúnte en el espacio?
Herminia Ortiz Marrufo
1
Nos perdimos en ese lugar
de tejados rojos
amaneceres transparentes
y calles empedradas
con montañas vestidas de colores
que se estiran para tocar las nubes
y la luna
tú y yo con hechizos en los ojos
sabores del mercado
olor de leña y humedad
el pueblo de la plaza con el kiosko y la fuente
la iglesia con aroma de flores
notas que se expanden
emergen de la escala sin las líneas
con sonidos del arroyo, de las frutas y hojas que se caen,
del perro, de palomas y campanas
el sol filtraba el frío para colorear tu cara
(tus ojos con el brillo de la miel y cabello matizado)
lo veías de frente
compartías tu bebida con aquella mujer de Tierras
Coloradas
la de la trenza
la cascada vio que me besaste
frente al deslave de la roca que olía a musgo
y gotas trasminadas
en la cabaña azul escalamos la montaña
como ella pudimos tocar las nubes y la luna
el tiempo se detuvo para vernos
fue quien se llevó mi arete.
Miguel Ángel Ortiz
De El cuaderno de las resignaciones
(fragmento)
¿estamos hechos amigo Wilde
de la madera con que se fabrican los barcos?
¿estamos hechos
del agua de los arroyos o de la luz
o de las velas que encendieron nuestros abuelos algún día?
***
dijiste Bosie
que salías muy temprano de casa para conocer gente
para estar fuera y regresar hasta en la noche
alargabas los brazos
como si quisieras llegar hasta el cielo frío
de un marzo cualquiera
yo vi algo humano
tan humano que no cabían ni alas transparentes ni
pelícanos
te iba a decir que no
que conocer gente es algo muy triste
que mejor es conocer jirafas o callejones
no supe bien
que tenías detrás de los ojos
sólo supe que el día se había opacado
que era una piedra hundida de pronto en la laguna
Juan Emigdio Pérez Olvera
La tarde no tiene a donde ir
La tarde usa andadera.
Su deseo infantil
se asoma a la orilla del día.
Los pies desfallecen hinchados.
No ve la orilla del día,
intenta la luz,
Entonces el reloj rechina los dientes,
gotea latidos
en pozo de agua, en el sueño del oído,
en pozo de ochenta y cuatro años profundos.
La tarde
está dormida,
le llegan los párpados a las rodillas.
El día
se fue como otro hijo a la tumba.
La memoria
gotea en el pozo de la noche
en la clepsidra de la muerte gotea, gotea.
La muerte
prepara el pronóstico del tiempo.
¿Será mañana?
Esotérico
El gato despliega
una señal en la cola.
.
Luis Carlos Quiñones Hernández
Los que se mueren en la víspera
Los que se mueren en la víspera
son los desesperados
los que se comen a sí mismos por dentro
y se sueñan mutuamente
con ojos muy grandes así como de muerto.
Son los que se aman a deshoras
por que se adelantan o se atrasan en el tiempo,
y no esperan a mañana
para morirse ahora mismo en casa beso.
Son los amantes irredentos,
aquéllos que penden su vida de un hilo
y siembran ecos y voces en el limbo
para colmar de frío su beso en el infierno.
Son los que no saben por qué o para qué se están muriendo.
Son los exiliados de todo lo predicho,
de toda palabra que nombre el firmamento,
de todo azul intenso paraíso,
de todas las verdades que suenen a lamento.
Son los que mienten para verse en una esquina
y darse un beso.
Son los que esperan las cinco de la tarde
y se mueren de angustia por el retraso de un momento.
Son los que padecen de ausencia en los ojos
y colman, murientes, de amor todas las calles.
Son los que se mueren de impaciencia porque no saben esperar,
Por que desean la gloria del amor y su misterio.
Everardo Ramírez Puentes
Elegía para un violín triste
Mi abuelo murió siendo joven.
Dejó un violín embalsamado
de frustradas notas,
una viuda pobre,
y un vació en la memoria de sus hijos.
Cabalgó sobre ángeles y demonios;
urgido más por hambre que por fama;
inundando la oscura miseria de los barrios
con música vertebralmente humana.
Fue infeliz.
Lo sé por el tormento antiguo de sus ojos,
resignados a la fatalidad
inescrutable del destino.
No conoció la paz rural del labrador
ni convivió con los latifundistas del deseo;
sus manos nacidas para las cuerdas,
envejecieron prematuramente
arrancando turbios yerbajales.
Amó a la tierra, a sus hijos.
A sus padres idos.
A la música, con el deleite
de un poeta frente a las estrellas.
El brío de su amor fue comparable
a la intensa búsqueda de su muerte.
Bebía y el violín lloraba.
En alucinantes noches
el sotol le hundió sus puntas
en el hígado, insaciable
calcinado.
Dolorosamente abierto.
El violín lloraba
sobre los hombros tristes de la noche.
Mi abuelo sordo al hígado destrozado
levantaba templos de música
en la barbarie nocturna,
sitiada por el olor de rastrojo y de flores.
Un día,
cansado, el Abuelo cerró
las exclusas del sueño.
Dio la espalda a las estrellas.
Recordó su niñez.
A los rostros nebulosos de sus padres,
perdidos en el pasado oscuro y sepia;
atribulado por la imagen
desolada de las cosas.
Por la presencia silenciosa de
Esperó el fin con el hígado insurrecto
y la música explotándole en el alma.
Cerró los ojos.
Dejó una eternidad multiplicada,
un violín huérfano,
que desde entonces gime
en su nimio ataúd
desencajado.
José Reyes
De Alucinaciones y Presencias (poesía reunida 1986-1994)
El mejor lugar
El mejor lugar para escribir un poema
es el café.
El mejor sitio para esconder un secreto
es el poema.
Ayer me di cuenta de esto,
así que le arranqué
los secretos a mis poemas
y los oculté en el ropero.
¡Ah, mujer, boquita de manzana!
Aclaro:
Este poema no es romántico.
Sucede que los poemas cursis
los dejo en el cajón.
Por ejemplo:
Eres más bella que la más bella.
Eres tan hermosa como el poema 20.
Tus ojos son profundos ocasos
donde el día se hunde con todo y sol.
Tus labios qué manzanas van a ser.
Son
Son
En fin...
Las manzanas de Newton
que me como con todo y gravedad.
Este poema no es romántico. /Aclaro./
Ángeles Rosas Vela
1
Te dejo los sueños que no soñamos
las tardes lluviosas y las noches de cerveza
las mariposas amarillas
que volaban en el libro que leímos juntos
la canción del disco viejo
la ropa que te lavaba
las fotos que no destruiste
el reloj olvidó que cómo marcar las horas
Quédate con tus orgasmos sin dueña
con la luna veleta como tú
con la cama y el colchón
la escoba, el gato
la maceta
2
Yo también sueño
con tener treinta años menos
para coger contigo
Me confieso de todos los pecados
que comete el mundo
(quisiera que fueran míos)
Me gusta el color de los naipes
el vino que me vuelve loca
las luces del bar
y los hoteles lejanos
Pero ya soy una abuela
No puedo hacer locuras
Ni fugarme contigo
Ni vender mis besos
Ni pensar
Ni escribir esto
Emma Rueda
De Hablo por los poros
V.
Que cada quien haga el amor
es decir, la vida,
como mejor le plazca:
mientras más vidas
de la vida nazcan.
La vida,
que lo es todo
y algo más.
María Cristina Salas
Los elefantes
Reloj de arena
sepultado bajo mantos de ceniza.
Son fantasmas,
leyendas de la propia jungla;
no saben vivir en soledad.
Caminan en manada,
Inmensa mancha sin color
desplaza su existencia
carente de brújula.
Hendiduras en la piel
ocultan heridas ancestrales.
Los elefantes,
son a veces demasiado grises,
otras, de rosado inocuo, mas,
cuando aparecen blancos,
el marfil de sus colmillos
se transforma en piedra sin ningún valor:
Sin historia que resguarde
la herida de donde provienen
y permitió sobrevivir
heridas del tiempo.
Leticia Salazar
De Pájaro sin parvada ni horizonte
(fragmento)
Todos sabemos para qué sirven los filos,
sabemos que visibles e invisibles andan por todas partes,
y gritan su realidad cuando buscamos esa afirmación que tanta falta nos hace.
Si uno pudiera partir del nunca jamás donde hasta ahora se ha vivido,
si con la retórica precisa pudiéramos justificarnos
Que nadie reconozca sus huellas para que carden sufran sin conocernos,
callar lo que se piensa es la mejor forma de estar muerto
Uno sabe que existe si tiene un lugar con la justa soledad para ir sobreviviendo,
pero la soledad no es un fenómeno de vacío,
tiene la facultad de llenarlo todo y además nos ama,
o tal vez a mí me ama porque soy suicida,
auqnue nunca falta quien esté intentando convencerme de lo contrario.
Camila es la más empeñosa:
cuando debatimos, muestra su furia como si fuese cosa de vida o muerte,
pero en el punto clave de nuestra identidad ella toma el lugar que le corresponde.
Ya sin opción alguna, se concreta a vigilar los filos de mi pensamiento.
Camila es una perra callejera y como todas las de su clase va y viene
por el melodrama que me hubiera gustado representar.
Pero no basta decir "soy suicida" para reafirmarse,
ni que una perra callejera nos recuerde la razón.
Lo que se dice ser hay que serlo si no de nada sirve,
y la duda atraviesa las miradas de quienes hacen demasiadas preguntas.
Todo lo demás es un pretexto para continuar en la vida,
clandestinamente, lo confieso, porque la muerte ya pasó por aquí.
José Solórzano
De Rosa de cantera
Sólo somos una pregunta
alrededor del sueño
Dios ya se cansó de nosotros
***
No te distraigas en la contemplación.
No provoques
al tigre
que pasea dentro de la tinta.
***
En mi mano peregrina
nace tu rosa
y el vuelo de esta luz
se desangra más que un piano
en la vereda de un río anónimo
*
Entraste a la lluvia
tu cabello no se moja
un arco iris acompaña tus pasos
*
Viajé en todos los trenes
y un dragón le habló a tu rosa
que no dormía en aquel andén
donde el silencio oraba a gritos
Socorro Soto
Por las calles empedradas de Corinto
va un hombre con sus pies descalzos,
polvorientos caminos de una mañana silenciosa
corazón de sangre húmeda, sandalias desgarradas.
Para espantar la angustia de su tribu
buscó la estrella de mar cada madrugada,
pero las dunas del desierto atormentado
pintaron un oasis al filo del canal.
La danza de espejos terminó en alucinación.
La brújula aventó las manecillas
y las sábanas de polvo ardiendo
dejaron en la estepa un dolor de siglos.
Un hombre con sus pies descalzos
camina por las calles de Corinto.
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